Estamos en momentos en los que suenan más que nunca las reformas LOW COST. Pero, cuando estamos pensando en reformar integralmente nuestra vivienda, ¿únicamente queremos cambiar nuestros azulejos por otros que se llevan más, alisar nuestras paredes porque el gotelé ya ha pasado de moda, o pensamos en mejorar el confort de nuestra vivienda? ¿Alguien piensa en mejorar el aislamiento acústico y/o térmico de la casa? Los elementos que no se ven, son los que mayor confort nos van a dar a nuestro hogar.
Cuando reformemos una vivienda, el principal objetivo debe ser conseguir un confort y ambiente saludable para sus ocupantes, y eso es incompatible con Low cost.
Ello se consigue principalmente, mejorando la envolvente de la vivienda, es decir, la carpintería de aluminio y el aislamiento térmico y acústico en fachadas, medianeras, suelo y techo de la misma. Estos elementos son los puntos principales de pérdidas de energía, tanto en invierno como en verano. Al no estar correctamente aislada la vivienda, en invierno entra el frío y sale el calor generado, de la misma manera que en verano entra el calor y sale frio el aire acondicionado, dando lugar a una sensación incomodidad dentro de casa. Es por ello, que debemos reformar nuestras viviendas con el objetivo de reducir las pérdidas energéticas de una vivienda y mejorar su confort. Se trata de conseguir que la casa sea una casa de consumo casi nulo.
Lógicamente, eso tiene un coste, un coste que se amortizará en las facturas de electricidad y gas, y sobre todo se ganará en el confort de la vivienda. ¿Sigues pensando que reformar una casa, solo es cambiar azulejos y pintar de otro color las paredes?
