Construcción de casa sostenible con estructura de madera y balas de paja
“Y soplaré y soplaré y tu casa derrumbaré!!!!“
Esta es la imagen que nos viene a la cabeza cuando pensamos en una casa sostenible construida con paja, una casa de muros débiles y poco resistentes que con tan solo un soplido pueden desaparecer. ¿Y el fuego? Una casa construida con este material prenderá prácticamente con los rayos del sol…
Sigue leyendo porque vamos a romper unos cuantos mitos sobre la construcción de viviendas de madera y paja. Te sorprenderá saber que es todo lo contrario, de hecho ya te adelantamos que las viviendas de paja pueden llegar a ser más resistentes que la vivienda convencional.
La paja es un material que se ha utilizado desde hace miles de años para la construcción tanto de muros como de techos mezclándola con tierra, es un componente del adobe. Sólo que este tipo de construcciones con paja empacada no son tan antiguas como uno puede creer. Las balas de paja se usaron por primera vez hace poco más de un siglo por colonos en Nebraska, EEUU, poco después de la invención de las empacadoras en el siglo XIX.
La paja se trata de un material natural, saludable y respetuoso con el medio ambiente. Ha de estar bien protegida para asegurar su resistencia. De esta forma su durabilidad puede ser incluso superior que la de una pared convencional realizada con ladrillo.
Además, conseguiremos un ahorro energético que puede rondar entre el 75 y el 90%, llegando a valores de Passivhaus, estándar alemán que certifica el consumo de las viviendas diseñadas y construidas bajo sus criterios.
Mayor Eficiencia Energética
A mayor eficiencia energética menor cantidad de CO2 que vertimos a la atmósfera y mayor ahorro económico. El objetivo del diseño en cualquier tipo de edificio, bien sea unifamiliar, residencial, oficinas, colegios… debe ser complementar el rendimiento del aislamiento con el rendimiento del resto del edificio. Por lo tanto, es esencial aislar techos y ventanas para mantener el rendimiento general de un edificio de paja y acompañar todo esto con un diseño que tenga en cuenta el clima, orientación, calefacción solar pasiva, refrigeración pasiva y scristalamiento. Todo ello pensado para conseguir el mayor ahorro energético posible. Que la vivienda no requiera ni de aire acondicionado en verano ni de calefacción en invierno, incluso en un clima mediterráneo como es el nuestro.
Aislamiento acústico
Las balas de paja también proporcionan un aislamiento acústico inmejorable. Indudablemente contribuye a la habitabilidad de las viviendas y su confort. Esto se puede apreciar desde el principio de la construcción. Al caminar en el espacio creado por un cerramiento de balas de paja sin terminar, uno ya puede apreciar la absorción acústica. Existe una gran diferencia de los edificios convencionales y sus materiales, incluso en viviendas ubicadas en un casco urbano donde la contaminación acústica es un problema.
Resistencia al fuego
¡Las construcciones de paja no arden!
El fuego no puede arder sin oxígeno y la densidad de las balas de paja proporciona un entorno casi sin aire, por lo que la resistencia al fuego de este material es muy buena. Además, posteriormente al ser revocada con mortero de arcilla y cal se puede llegar a lograr una resistencia hasta tres veces mayor que con los materiales convencionales.
En el resto de Europa ya llevan muchísimo tiempo disfrutando de todas las ventajas de vivir en una casa de paja. Es por ello que también llevan bastante intentando desmitificar todos los prejuicios (absurdos) de este tipo de construcciones con paja empacada.
Estos franceses le pegan fuego a una casa de paja para ver si se quema o no… ¿qué pensáis que pasará?
Sostenibilidad y medio ambiente
La paja es un producto de desecho, no puede usarse para alimentar, como el heno, y gran parte o se quema al final de la temporada o se vuelve a inundar en los campos. En la ciudad de Valencia existe un problema desde hace años con la quema de la paja de arroz de la Albufera, creando una contaminación que engulle la ciudad durante varios días. Por eso, usar la paja, en este caso de arroz de la Albufera, para construir, reduce la contaminación del aire, se emite menor cantidad de CO2 a la atmósfera y además se consume menor cantidad de agua, por lo que el impacto ambiental es menor. La paja que sobra del edificio se puede utilizar como mantillo para que, en general, haya un desperdicio mínimo al usar el material.
Bioconstrucción
Los fardos de paja contienen un alto nivel de material renovable puesto que la energía que utiliza para crecer es la solar, teniendo un ciclo de crecimiento de seis meses aproximadamente. Las balas de paja requieren de maquinaria para su transformación usando energía fósil, aún así, la huella de carbono es negativa, es decir, absorbe mayor cantidad de CO2 de la que emite.
Las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con las balas de paja son muy bajas. Una tonelada de hormigón requiere 50 veces más cantidad de energía en su fabricación que la paja. El uso de paja para la construcción almacena carbono que de otro modo se liberaría.
El valor primario de las balas de paja es como un material aislante que permite a las casas usen menos energía y tengan menos emisiones de dióxido de carbono durante la vida del edificio.
¿Y los bichos?
Al tratarse de un material natural nos surge esta duda. En realidad, las plagas de insectos o incluso ratones no suponen una amenaza a tener en cuenta. Las construcciones con balas de paja se recubren con un revoco que es suficiente para dejar a cualquier bicho fuera. En el caso improbable de que consiguieran entrar, la paja tiene tal densidad que sería muy difícil su desplazamiento por dentro de estas.
Si se realiza la ejecución correctamente la vivienda será una casa sana, natural y libre de parásitos.
Construir una vivienda con balas de paja es una opción natural, confortable y que nos va a ayudar a ahorrar en energía, y sobre todo, vamos a ser cuidadosos con el medio ambiente.
Nuevo proyecto
